Para esta etapa hemos decidido seguir vinculadas al carácter que define nuestra marca y continuar trabajando con los sentidos.
Hemos optado por organizar un evento en una feria, dónde expondremos nuestros productos, creando un lugar anexo al stand como restaurante para nuestros clientes. La peculiaridad de éste es que ofreceremos una degustación de platos afrodisíacos absolutamente a oscuras, proporcionando así, una experiencia única a nuestros clientes.
Con este acto queremos potenciar todos los sentidos excepto la vista. La experiencia de una conversación sin poder ver a la persona que tenemos enfrente, una caricia, el sabor de unos ingredientes sorpresa que no conocemos, etc., hará que nuestros clientes vivan la situación expectantes y alerta.
En la oscuridad la comida se disfruta de una forma diferente. Incluso, nuestras papilas gustativas se ven obligadas a hacer un esfuerzo mayor ya que no dispondrán de la información visual que normalmente enviamos a nuestro cerebro, el cual asigna un sabor a cada ingrediente antes de introducirlos en la boca.
En nuestro proyecto prescindimos y anulamos ese conocimiento que de antemano nos desvela unas características ya establecidas, el sabor.
Este pequeño restaurante, de forma circular en planta, tiene un único acceso mediante un pasillo, que nos conduce hasta un espacio completamente a oscuras. La idea sería que esuviera situado en una feria de la alimentaria o algo semejante y fuese como un pequeño showroom donde se prueban una serie de degustaciones.
Las mesas forman un círculo discontinuo, siendo la cocina el centro, también en forma de cilindro y cerrada por otro cilindro para no dejar pasar la luz de ésta al comedor, dejando un pasillo entremedio para el servicio de los camareros exclusivamente.
Antes de entrar al restaurante nos atenderá un camarero que nos mostrará una carta de ingredientes; decidiremos qué ingredientes queremos degustar y el cocinero se encargará de combinarlos para crear unos exquisitos platos afrodisíacos, por lo tanto el plato siempre es una sorpresa.
A cada cliente le serviremos 4 degustaciones diferentes. Para estas degustaciones y debido a la complejidad que puede suponer el tener el sentido de la vista anulado, hemos diseñado un set de plato, vaso y cucharilla que facilitará a nuestros invitados esta situación.
Con respecto a los utensilios, el plato es alargado, y las cucharillas (con un mango largo para facilitar su manipulación) irán encima con la degustación correspondiente. Estos dos elementos serán de acero inoxidable pintados en negro. La forma de los vasos es muy ergonómica, para facilitar su agarre en la oscuridad, y una gran base para que no se caigan fácilmente. El material para los vasos es un cristal de seguridad bastante resistente que si se cae es poco probable que se rompa, así evitamos que el cliente pueda hacerse daño.
Para poderse mover libremente por el espacio los camareros deberán llevar unas gafas de infrarrojos. Son los mismos camareros quienes nos conducirán hasta nuestra mesa, caminaremos detrás de ellos con las manos en sus hombros, y de igual manera nos conducirán hasta el exterior cuando hayamos acabado.
En la salida otro camarero nos despedirá y nos entregará una tarjeta donde nos detallarán el nombre de los platos que hemos comido.
Escrito por Blanca 
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